Técnica ideada por el médico francés Michael Pistor el año 1952.
Esencialmente consiste en la infiltración con una pequeña aguja a la piel a nivel del dermis o tejido subcutáneo, sustancias diversas entre las que se pueden mencionar: vitaminas, vasodilatadores, oligoelementos, cicatrizantes, analgésicos, antiinflamatorios, etc.
La forma en que se realiza puede ser manual o mediante un dispositivo tipo pistola.
En Dermatología se utiliza en patologías tales como: alopecía, queloides, envejecimiento cutáneo, trastornos de la pigmentación, disminución de grasa, etc.
Solución Integral en Dermatología